El Flaco Luis Alberto Spinetta esta de cumpleaños una vez más. Esta semana se cumplen 25 años del lanzamiento del histórico álbum doble “Spinetta y Los Socios del Desierto” del grupo del mismo nombre, que había formado el Flaco junto al bajista Marcelo Torres y el baterista Daniel Wirtz. Salió en 1997 y fue el regreso de Spinetta al formato de trío, como había tenido en los comienzos de Pescado Rabioso y de Invisible.
Luis Alberto Spinetta había armado la banda tres años antes, cuando estaba buscando un cambio musical después de varios discos con Spinetta Jade y como solista. Primero se juntó con Wirtz y Torres para “zapar”, pero luego les hizo un ofrecimiento formal de armar una banda, aunque sin más promesas que “atravesar un desierto” (de ahí el nombre del trío). Ensayaron ocho meses y debutaron en noviembre de 1994 en el Velódromo.
El disco se grabó al año siguiente, prácticamente en vivo y en forma independiente, junto al técnico Mario Breuer, en el estudio casero que Spinetta había construido, llamado La Diosa Salvaje. Como único invitado estuvo el tecladista Claudio Cardone en cuatro temas.
Luego pasó mucho tiempo hasta la edición del álbum doble, porque el Flaco tenía sus exigencias para el sello discográfico que lo firmara. Finalmente firmó contrato con Sony Music.
Una vez editado, las críticas fueron unánimemente favorables y el tema “Cheques” se convirtió en un hit que tuvo mucha rotación en las radios y canales de música (el famoso videoclip filmado en el Subte B). Pero el disco encerraba muchas gemas más, desde canciones dulces y melancólicas (“Diana”), temas lentos y ensoñados (“Luna de abril”), más rocks furiosos (“Bosnia”, “Nasty people”), toques de funk (“Cuenta en el sol”) o la fuerza poética de “Jardín de gente”.
La mezcla fue realizada por Mariano López y la edición tuvo un diseño gráfico especial, con una foto en blanco y negro del rostro de un Spinetta serio, con anteojos negros que reflejaban un paisaje desértico. Adentro, el cuadernillo incluía las letras y varias ilustraciones.
Spinetta dijo que, “Creo que la regularidad, la intención del trabajo y el cuidado para escribir canciones que fueran constantemente diferentes fueron rasgos de mi trabajo a lo largo de los años. Si quisiera hacer cosas más simples por ahí no me saldrían, ya sean simples o complicadas. La música aparece y vos tratás de encausarla de acuerdo con lo que has aprendido, pero es un constante saber que se renueva y que adquiere mucha importancia para uno. Es como un pintor que está muy celoso con su propio cuadro y hasta que no da los últimos retoques no está tranquilo. Algo de eso hay en este oficio y me encanta saber que hay un montón de gente a la que le agrada mi trabajo».
Como rareza, muchos años después salió una edición en vinilo, que, debido a la extensión, se convirtió en una lujosa caja con cuatro discos, pero esta vez el color predominante del arte (negro en el cd.), pasó a ser el blanco.