De prodigio a experimentado. Felipe Barrozo termina de elaborar esa transición en una cuarentena que le sirvió para exorcizar dos berretines en los que no se terminaba de hallar: la docencia y el canto. Dos maneras diferentes de usar su voz, ya sea para enseñar guitarra o para narrar sus canciones.
«No venía tocando mucho, así que le metí con las clases por Zoom. Tengo alumnos desde Villa La Angostura hasta Tucumán, y creo que es una de las cosas que van a quedar después de la pandemia, porque no habría otra forma de llegar a ellos», cuenta Felipe, quien está trabajando de manera online bajo la estructura de Casa Teatro Estudio. «Antes no me sentía con la edad para enseñarle a alguien, venía alguien más grande y me daba cosa… o vergüenza. Ahora me gusta compartir lo que hice y lo que sé.»
Pero lo más visible de este proceso es Caliente, punta de lanza de lo que antes de fin de año será el primer disco post Intoxicados que publicará con su nombre y apellido. «Es algo que también aprendí: a salir con lo mío y trabajarlo en mi cabeza, conmigo mismo. Antes cantaba bastante mal y me esforcé mucho por mejorarlo. Ahora me escucho después de grabarme… y por lo menos no me fastidia. Y pensar que John Lennon se murió odiando su voz, por eso las duplicaba cuando grababa.»
Regresa a salta Felipe Barrozo con el show completo de la banda que lo consagró INTOXICADOS junto a los locales LA COCHINA e INCONSCIENTES en una noche a puro ROCK AND ROLL