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lgunos dicen que fue en Toulouse, Francia, otros en Tacuarembó, Uruguay tres años antes. Lo cierto es que llegó con su madre Bertha Gardès a muy corta edad a Buenos Aires y se crió en el barrio del Abasto.
Con 7 años se sentaba en la puerta de su casa a cantar para juntar algunas monedas ante el asombro de sus vecinos admirados por su voz, mientras su mamá trabajaba como planchadora.
En su juventud hizo amistad con matreros, malevos y compadritos de todas clases, muchos de los cuales serían inspiración para las letras de algunos de sus tangos: “El pardo Augusto”, “El Cordobés” y “El Morocho Aldao”, entre otros.
Una noche de 1911, conoció al cantor José Razzano en la casa del pianista Gigena, lo que sería la génesis del dúo Gardel-Razzano cuyo auge se daría a partir de 1913 con presentaciones en varios teatros porteños. Luego vendrían las exitosas giras por Uruguay, Brasil, Chile e incluso España y Francia, no sin antes haber obtenido su primer documento de identidad argentino.
En 1930, Carlos Gardel junto a José Razzano y Francisco Canaro crearon la “Unión Argentina, Sociedad Difusora de Obras Musicales y Cinematográficas”.
Días más tarde, el Zorzal comenzó a grabar los denominados “films con sketch” o “encuadres musicales” que le sirvieron como promoción de sus canciones. Al poco tiempo, el cine europeo lo incorporó a sus filas. Sus películas se convirtieron en un éxito de taquilla sin precedentes.