El «Bocha» murió hace 15 años a raíz de un paro cardiorrespiratorio que sufrió mientras esperaba un micro que lo llevaría de Río Cuarto a Buenos Aires. El legado que dejó el ex miembro fundador de Sumo y cantante de Las Pelotas
Alejandro Sokol fue un músico extraordinario, de esos que el rock nacional extraña y seguirá extrañando por mucho tiempo. Era multifacético (cantaba, tocaba la guitarra, el bajo y la batería) y, fundamentalmente, era un tipo de barrio, con códigos de barrio y muy querido en el ambiente.
Nació el 30 de enero de 1960 y murió el 12 de ese mismo mes -pero casi 49 años después- tras sufrir un paro cardiorrespiratorio mientras esperaba un micro que lo llevaría de Río Cuarto a Buenos Aires. Su salud estaba deteriorada. Tantos años de excesos le pasaron factura.
El «Bocha» fue uno de los miembros fundadores de Sumo y eso lo convirtió en leyenda del rock nacional. Durante la estadía de Luca Prodan en Córdoba, Timmy McKern -amigo del cantante y quien se transformaría luego en el representante del emblemático grupo-, le presentó primero al guitarrista Ricardo Curtet. Tras conversar con él, Luca viajó a Londres para comprar instrumentos y buscar a su amiga Stephanie Nuttal para pedirle que sea la baterista de la banda que se estaba gestando.
Cuando el líder del grupo volvió al país, se instaló con la familia McKern en Hurlingham, donde conoció a dos músicos que se incorporarían inmediatamente: Germán Daffunchio, cuñado de Timmy; y nuestro homenajeado: Alejandro Sokol, amigo de Germán.
Una vez que lograron conversar y ponerse de acuerdo en lo musical, todos viajaron a Mina Clavero para reunirse con Curtet, donde comenzarían a darle forma al proyecto. Un par de meses después llegó a la Argentina Stephanie para completar la banda. Entonces, la primera formación de Sumo estuvo compuesta por Luca en voz, Daffunchio y Curtet en guitarras, Sokol en bajo y Nuttal en batería.
El «Bocha» arrancó en el bajo pero luego pasó a la batería tras la salida de Stephanie de la agrupación. En esos meses ingresaron Diego Arnedo y Roberto Pettinato. Con ese quinteto (Prodan, Daffunchio, Arnedo, Sokol y Pettinato) harían Corpiños en la madrugada, el primer y único disco no oficial (originalmente demo) de Sumo, grabado en octubre de 1983 en Estudios del Jardín. Entre los temas de ese trabajo, que luego serían grabados en otros álbumes, figuraban «Mejor no hablar (de ciertas cosas)», «Una noche en New York City» («La rubia tarada»), «Divididos por la felicidad» y «Heroin».
Alejandro finalmente abandonaría la banda en 1984 acusando que los integrantes de Sumo tenían una vida desordenada que influía en su salud. Sin embargo, siguió tocando con ellos como invitado e hizo también de segundo vocalista.
«Nos dábamos con todo. Si no me iba, me moría. Pasé por una situación difícil en un show, un susto que fue determinante. Pero quedó todo bien. Me acuerdo que una de las últimas veces que lo vi a Luca, me puso la mano en el hombro y me dijo: ‘Alejandro, vos sos un Sumo'», recordaría Sokol.
Su liderazgo en Las Pelotas
Tras la disolución de Sumo -luego de la muerte de Luca Prodan-, Sokol formó Las Pelotas con Germán Daffunchio y Alberto «Superman» Troglio, sus amigos y ex integrantes de la exitosa banda de los ’80.
En 1988 se pusieron a componer y el «Bocha» se hizo cargo de la voz del grupo durante casi dos décadas, hasta que decidió abandonarlo en 2007: «Tengo un agradecimiento enorme, pero se terminó. Fui sufriendo el desgaste de un matrimonio de 20 años», dijo por esos días.
El primer álbum de la banda llegó en 1991. Con Sokol como frontman, grabaron Corderos en la noche, que contendría los primeros hits del grupo, como «Sin hilo», «Brilla (Shine)» y «Nunca me des la espalda».
En abril de 1994 sacaron su segundo disco –Máscaras de sal– con los éxitos «Capitán América», «Peces» y «Escaleras», entre otros. El 4 de junio de ese año lo presentaron en Obras ante más de 5.000 personas que agotaron las localidades y obligaron a que en octubre volvieran a actuar en el emblemático estadio.
En 1995 fueron teloneros de los Rolling Stones. El trompetista Gillespi, que por esos años formó parte estable de Las Pelotas, recordó la experiencia para el documental Solo (dedicado a Sokol y realizado por Edgardo Andrés Kevorkian y Bruno Larocca).
«Nosotros hicimos los primeros cinco River de los Stones y fueron unas experiencias maravillosas. Lo vivimos con un nivel de normalidad que, para que te des una idea, nunca habían venido los Rolling Stones a la Argentina y eran la tapa de la revista Gente, del diario, salían en Telenoche… Todo era los Rolling Stones y estábamos ahí Las Pelotas y Los Ratones Paranoicos. Las Pelotas subíamos a tocar como si estuviésemos tocando en un club de Berazategui«, comentó.
Y agregó: «Alejandro (Sokol), lo primero que hizo, fue usarle la pasarela a Mick Jagger. Lo perseguían los negros y no lo podían agarrar. El chabón gambeteaba… Todo lo que nos prohibían que hiciéramos, él lo hizo el primer show. En el segundo ya estaba tomando fernet con ellos«.
Play
(«Si supieras» – Las Pelotas)
Luego de la experiencia con los Stones -que se repetiría- regresaron a Obras e hicieron una gira por el interior del país. Unos meses después editaron su tercer disco, Amor seco, que contuvo las canciones «Cazador», «Hola, ¿qué tal?» y «Combate».
En 1997 publicaron el álbum en vivo La clave del éxito, que tuvo todos los éxitos del grupo, con nuevas versiones de «Shine» y «Sin hilo»; y temas como «Capitán América» y «Si supieras». Además, salieron dos canciones nuevas: «La cortina» y «La clave del éxito».
En junio de 1998 se editó el quinto disco, llamado ¿Para qué?, primer álbum grabado íntegramente en las sierras de Córdoba. Luego salió Todo por un polvo (1999), Esperando el milagro (2003) y Basta (2007), donde el tema «Siento, luego existo» se convirtió en un éxito rápidamente.
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(«Hola, ¿qué tal?» – Las Pelotas)
Ricardo Mollo, compañero de la época de Sumo, lo recordó en el citado documental: «Era un tipo cantando lo que sentía que tenía que cantar sin pasar por esa cosa tecnicista o virtuosa que puede proponer también otra arista de la música. Pero, en el caso de él, era visceral. Era alguien que hacía eso realmente desde un lugar aprendido a través de lo que Luca (Prodan), de alguna manera, nos dejó a cada uno de los que pasamos por ahí».
«Es esa cosa de hacerlo con toda la sinceridad que tengas, no con el talento… Había otra cosa que tenía que ver con el corazón y con la expresión directa sin andar viendo como das en cámara», expresó el líder de Divididos.
Tras su disvinculación de Las Pelotas, Sokol se centró en su otra banda –El Vuelto S.A.-, con la que hizo música junto a su hijo Ismael. Tenía planeado lanzar un disco en marzo de 2009 pero el paro cardiorrespiratorio lo sorprendió un par de meses antes. Ese lunes 12 de enero de 2009 dejó este mundo un tipo de barrio, multifacético y querido por todos en Hurlingham y en el ambiente del rock nacional: el querido «Bocha».