Bajo la dirección de Martín D´Elia, la Orquesta Sinfónica de Salta ofrecerá un nuevo concierto el jueves 17 de agosto a las 21 horas en el Teatro Provincial “Juan Carlos Saravia”, (Zuviría 70).
Se interpretará La rueca de oro de Antonín Dvořák, Danse -Tarantelle styrienne de Claude Debussy, y Chapultepec de Manel Ponce.
Las entradas generales de $500 están a la venta en https://www.saltaticket.gob.ar/ Jubilados y estudiantes ingresan de manera gratuita presentando tarjeta Saeta o certificación correspondiente.
Sobre los compositores y las obras
Antonín Leopold Dvořák (1841-1904) Natural del Imperio Austríaco, es uno de los grandes compositores post románticos de la segunda mitad del S. XIX. Su estilo es inconfundible, cuya sonoridad está imbuida entre la melancolía y el aire festivo esencial de la cultura bohemia. Considerado el principal representante del nacionalismo checo, supo extraer las esencias de la música de su tierra natal, sin perder la proyección internacional. La fe cristiana y el amor por su herencia bohemia influyeron en su obra. Saltó a la fama con su composición Himno Patriótico (1873) de hondo calado nacionalista. Obtuvo el reconocimiento internacional con su colección Danzas eslavas.
La rueca de oro (1896) es el tercero de los poemas sinfónicos de Dvorak, creado sobre un poema de Erben que recuerda a los cuentos clásicos. Dvorak relata la historia según la cronología que presenta el poema. Cada uno de los protagonistas, la rueca y las escenas fundamentales son representados por distintos instrumentos, *platillos y violoncellos: la rueca que hila, *trompas de caza, *corno inglés: parte masculina, la voz del rey, *violín: parte femenina, *clarinetes: escenas románticas, *flauta: ideas malignas, encantamiento. Argumento: Dora vive en el bosque con su madrastra y su hermanastra. Acostumbra a trabajar con la rueca, en la puerta de la casa, a donde llega el rey, con su cortejo. El joven monarca se enamora de Dora y pide su mano a la madrasta, pero ésta quiere que se case con su hija. La madrastra es una hechicera que pone en práctica sus artes oscuras, trama la desaparición de Dora y cambia la apariencia de su hija. Todo se desarrolla según lo planeado por la madrasta, hasta la boda. Un viejo mago decide intervenir para que la verdad se descubra. Cuando el rey regresa de la batalla escucha lo que la rueca de oro tiene para decirle. Mientras gira, la rueca le cuenta los hechos terribles ocasionados a Dora, por la madrastra y su hija. Las malvadas son arrojadas al bosque donde enfrentan a los lobos, mientras que el rey rescata a Dora y se casa con ella.
Claude Debussy (1862-1918) Compositor francés, uno de los más influyentes de fines del S.XIX principios del S.XX. Se formó en el Conservatorio de París, donde se dedicó a la composición de vanguardia, a pesar de la desaprobación de sus profesores. Debussy fue un gran defensor del Nacionalismo Musical, sus obras son formas de reacción a la tradición musical alemana encabezada por Wagner. Consideraba obsoleta la sinfonía clásica y encontró una alternativa en sus “bocetos sinfónicos”. Su obra es afín al impresionismo literario de Baudelaire, Verlaine, etc. Los que inspiraron sus melodías. A partir de la influencia de la música rusa y del lejano oriente desarrolló su estilo de armonía y colorido musical. Sus innovaciones fueron sobre todo armónicas, utilizaba los acordes de una manera colorista y efectista, típica del carácter vago y ensoñador del “impresionismo musical”. Debussy liberó a la música de las limitaciones armónicas tradicionales, demostró la validez de la experimentación como método para conseguir nuevas ideas y técnicas. A los 40 años alcanzó fama internacional con su ópera Peleas y Melisande. Al final de su carrera se dedicó a la música de cámara.
Tarantelle styrienne En esta obra Debussy demuestra poseer las habilidades de un colorista; la imaginación de las decoraciones; la visión de los planos, el espacio de las tradiciones y amplio conocimiento de las culturas. El autor declara: «La belleza debe apelar a los sentidos, nos debe proporcionar un goce inmediato, nos debe impresionar e insinuar sin ningún esfuerzo de nuestra parte» Manuel Ponce, el “Mozart mexicano” que llevó la música mexicana a Europa Lo que llevó a la fama fue su obra conocida a nivel mundial “Estrellita” el cual no recibió ningún centavo y por negligencia no se registró a su nombre El compositor mexicano fue descubierto a una temprana edad que gustaba de la música, incluso su hermana Josefina notó la rapidez con la que aprendía su pequeño hermano.
Manuel María Ponce Cuellar (1882-1948) músico mexicano autor de grandes creaciones. Ingresó al Conservatorio Nacional de Música (1900) y continuó sus estudios en Europa. Fue director de la Orquesta Sinfónica de México, fundó una cátedra de Folclore Nacional en la Escuela de Música de la Universidad y en el Conservatorio Nacional. La fama mundial le llegó con su obra Estrellita considerada de dominio público, ya que por negligencia no la registró a su nombre. Sus obras más conocidas para guitarra son Sonatina meridional (1939) y Concierto del sur. Entre de sus piezas orquestales destacan Instantáneas mexicanas, Poema elegíaco, Concierto romántico para piano y orquesta, Concierto para violín y orquesta, Ferial y Chapultepec. Manuel Ponce escribió para guitarra, piano, música de cámara y orquesta, que le dieron proyección internacional. Junto a José Rolón son considerados como los mejores representantes del impresionismo musical de México. March Pincherle escribió “Ponce folklorista intuitivo y paciente, fue el primero en recoger la música popular de su país, que ha estilizado con fidelidad”. Sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres, del Panteón de Dolores.
Chapultepec (1934) pertenece a la cuarta etapa creativa de Ponce, según dice la crítica “…la última, decisiva etapa de la carrera de Ponce. En ella se encuentra el momento de su plenitud…” Se ha dicho que Ponce escribió bajo la influencia de la música francesa, aunque es notoria la enorme carga nacionalista que lleva su música. Estos dos factores son evidentes en Chapultepec, un tríptico sinfónico que denota el gusto de Ponce por el impresionismo francés, el culto y la reverencia que guardó por las obras de Debussy. Chapultepec es considerada parte del “impresionismo musical mexicano”.